Su dueña actual es una persona a la cual en poco tiempo aprendí a querer un montón...y como soy de las que piensan en que los regalos tienen que ser pensando para cada persona. La falta de dinero hace agudizar el cerebro cuando uno quiere sorprender a alguien, ya que mucho más amor en el hacerlo!
Así fue que se me ocurrió pedirle a su dueña: que me prestara su "mesita recibidora" para hacerle un buen lavado de cara...
Así fue que se me ocurrió pedirle a su dueña: que me prestara su "mesita recibidora" para hacerle un buen lavado de cara...