Las pruebas de la vida.


Tuve una situación de estres máximo. Vengo pasando por una seguidilla de cosas, que realmente me trastocaron toda mi emocionalidad.

Sigo agradeciendo a la vida que mi mamá estaba conmigo, porque  juro que me desmoroné, mientras el mundo se venía abajo, literal, mi mamá me abrazaba y me decía que lo material se repone, lo importante es la vida y la salud.

Juro que quedé debastada, entre bronca e impotencia. Ese día a la tardecita volví a casa de mis viejos, con mis resoluciones tomadas, pero volví a esa casa que ya no es mi Hogar pero estaban ellos y me di cuenta que necesitaba de ese cariño y cobijo como si tuviera 12 años.

También, a pesar de no querer contarle todo, pude hablar con mi hermano y realmente necesitaba escucharlo y saber que a pesar de la distancia, se encontraba en Ushuaia, estaba ahí conmigo. Conteniéndome y ayudándome como podía.



 


 


 

Hay veces doy por sentado que "mi vieja" va a estar siempre, porque es joven, realmente no me imagino mi vida sin ella, mi hermano y mi sobrina. 

Con mi papá siempre tuve una relación mas conflictiva, aunque reconozco que con los años se calmó bastante, creo que también se dio cuenta que estaba quedando solo y que con su soberbia no hacia más que perder lo poco que le quedaba.


Conté realmente lo que me pasó a personas que realmente estimo. Cuando se me pase la angustia contaré la seguidilla de acontecimientos.

No soy de contar cuestiones tan personales, solo que anoche con mi insomnio, que vuelve ante estas situaciones extremas, valoré muuuucho tener a mi mamá conmigo .

Poder poner en palabras todo esto es un alivio.

Gracias por pasar por aquí.

Cariños, 

Vero. 


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